Están definidas con el nombre de “baterías de tracción”, los acumuladores al plomo con placas tubulares, destinadas a la alimentación de motores eléctricos, instalados en montacargas, apiladores, vehículos eléctricos, entre otros.
Por definición, un acumulador al plomo (elemento) es una celda electroquímica en la cual, estando cargada, las sustancias que actúan como materias activas son óxido de plomo (placa positiva tubular) y plomo empastado (placa negativa). Además, los separadores son de plástico microporoso, garantizando un perfecto aislamiento entre placa y la resistencia eléctrica; lo que permite intensidades de descarga más elevadas. El electrolito es constituido de una solución de ácido sulfúrico.